La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota. Lo había visto llegar una mañana, caminando con los hombros erguidos sobre un paso sereno y había pensado: "Este hombre se cree Dios". Pero al rato de oírlo decir historias sobre mundos desconocidos y pasiones extrañas, se enamoró de él y de sus brazos como si desde niña no hablara latín, no supiera lógica, ni hubiera sorprendido a media ciudad copiando los juegos de Góngora y Sor Juana.
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
605 | 2021-06-17 19:39:04 | 75.84 | 96% |
462 | 2021-04-23 20:33:20 | 82.36 | 96% |
36 | 2021-01-30 02:08:56 | 68.07 | 96.1% |