La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota. Lo había visto llegar una mañana, caminando con los hombros erguidos sobre un paso sereno y había pensado: "Este hombre se cree Dios". Pero al rato de oírlo decir historias sobre mundos desconocidos y pasiones extrañas, se enamoró de él y de sus brazos como si desde niña no hablara latín, no supiera lógica, ni hubiera sorprendido a media ciudad copiando los juegos de Góngora y Sor Juana.
| Game | Time | WPM | Accuracy |
|---|---|---|---|
| 152 | 2022-02-12 20:33:01 | 86.77 | 97% |
| 100 | 2021-10-03 02:36:01 | 90.15 | 98% |
| 46 | 2021-09-04 20:20:25 | 83.97 | 96% |