La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota. Lo había visto llegar una mañana, caminando con los hombros erguidos sobre un paso sereno y había pensado: "Este hombre se cree Dios". Pero al rato de oírlo decir historias sobre mundos desconocidos y pasiones extrañas, se enamoró de él y de sus brazos como si desde niña no hablara latín, no supiera lógica, ni hubiera sorprendido a media ciudad copiando los juegos de Góngora y Sor Juana.
Game | Time | WPM | Accuracy |
---|---|---|---|
288 | 2019-01-06 00:03:52 | 96.06 | 99% |
287 | 2019-01-05 23:59:49 | 72.20 | 97% |
225 | 2018-12-25 19:56:45 | 79.48 | 98% |