Omi parecía realmente otro ser. Por lo general, ni siquiera cuando dormía en su casa hacía los ejercicios para entregar al día siguiente, y dejaba siempre los libros de texto en su taquilla. Por la mañana llegaba con las dos manos en los bolsillos del abrigo, a tiempo para arrojar hábilmente el abrigo en el perchero y ponerse en el último lugar de las filas que formábamos para entrar a clase.
Game | Time | WPM | Accuracy |
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22 | 2020-12-03 17:50:34 | 52.93 | 97% |